Innovación en la Construcción en Chile: Estado Actual, Desafíos y Oportunidades
La industria de la construcción en Chile está dando pasos hacia la innovación, pero aún queda un largo camino por recorrer.
La industria de la construcción en Chile está dando pasos hacia la innovación, pero aún queda un largo camino por recorrer. Según la Radiografía de Innovación en la Construcción de Dictuc UC y la Cámara Chilena de la Construcción, sólo el 2% de las empresas del sector realizó actividades de I+D en 2019-2020. Aunque hubo un aumento en los outputs de innovación, pasando del 10,2% en 2017-2018 al 15,1% en 2019-2020, la industria aún está por debajo del promedio nacional (16,7%) y del sector manufactura (19,8%).
La industria de la construcción en Chile ha mostrado avances en la incorporación de innovación en los últimos años, aunque aún queda un largo camino por recorrer. Según la Radiografía de Innovación en la Construcción, realizada por Dictuc UC para la Cámara Chilena de la Construcción, sólo un 2% de las empresas del sector señaló haber realizado actividades de I+D en 2019-2020. Sin embargo, al considerar los outputs de innovación, es decir, innovación de productos y procesos, el sector ha mostrado un incremento considerable, pasando de un 10,2% de empresas que realizaron algún tipo de innovación en 2017-2018 a un 15,1% en 2019-2020.
A pesar de este aumento, la industria de la construcción aún se encuentra por debajo del promedio nacional de 16,7% y del sector manufactura con 19,8% en 2019-2020. No obstante, supera levemente al sector agrario, ganadero y de pesca (14,7%) y al sector transporte y almacenamiento (10,9%). En cuanto a tipos de innovación, las empresas constructoras muestran tasas similares a otras industrias en innovación de procesos, pero más bajas en innovación de producto.
Uno de los principales desafíos para impulsar la innovación en la construcción es el cambio cultural. Las empresas deben estar abiertas a nuevas formas de hacer las cosas y a incorporar tecnologías y metodologías innovadoras. En este sentido, la capacitación juega un rol fundamental. A través de programas de formación, las empresas pueden entregar a sus trabajadores las habilidades y conocimientos necesarios para adoptar prácticas innovadoras.
Además de la capacitación formal, existen oportunidades para avanzar en la innovación de procesos a través de pequeñas acciones. Por ejemplo, durante el proceso de reclutamiento y selección, se podría realizar una sólida socialización del proyecto, asegurando que los trabajadores conozcan los antecedentes, planos, especificaciones técnicas y propósito del proyecto. Esto no sólo mejoraría la comprensión y compromiso de los trabajadores, sino que también sentaría las bases para una mayor eficiencia y calidad en la ejecución.
Entonces, ¿vale la pena iniciar con pequeñas acciones los cambios que puedan acelerar la innovación en la construcción? La respuesta es un rotundo sí. Cada iniciativa, por pequeña que parezca, puede contribuir a generar una cultura de innovación y mejora continua. Algunas acciones concretas que se pueden promover incluyen:
Fomentar espacios de diálogo y colaboración entre los distintos actores del proyecto (trabajadores, profesionales, proveedores, etc.) para identificar oportunidades de mejora.
Implementar sistemas de gestión del conocimiento que permitan capturar, documentar y compartir las lecciones aprendidas y buenas prácticas.
Incentivar la participación de los trabajadores en la generación de ideas innovadoras, reconociendo y premiando sus aportes.
Establecer alianzas con centros de investigación, universidades y startups para desarrollar proyectos de innovación aplicada.
Medir y monitorear regularmente los indicadores de innovación, estableciendo metas desafiantes pero alcanzables.
En conclusión, si bien la industria de la construcción en Chile ha mostrado avances en innovación, aún queda mucho por hacer. El cambio cultural, impulsado por la capacitación y pequeñas acciones en la innovación de procesos, es clave para acelerar la transformación del sector. Es momento de que las empresas asuman un rol proactivo y lideren este cambio, aprovechando las oportunidades que ofrece la innovación para mejorar su competitividad y contribuir al desarrollo sostenible del país.